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jueves, 25 de diciembre de 2014

El Papa Francisco condenó la persecución religiosa

El Papa Francisco hizo un llamado al mundo para terminar con la persecución implacable que existe contra las minorías étnicas y religiosas

  

                                    El Papa saluda a los fieles en Navidad Foto: EFE

   Por Walter Calabrese

En la tradicional bendición papal Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo) en la Navidad, el Papa Francisco hizo un llamado al mundo para terminar con la persecución implacable que existe contra las minorías étnicas y religiosas en Irak y Siria. También se refirió a otros conflictos, como el que sufre el pueblo ucraniano, la epidemia de ébola en África Occidental y el maltrato de los niños.

"Hay muchas lágrimas en esta Navidad junto con las lágrimas del Niño Jesús", refirió con dolor Francisco desde el balcón de la basílica de San Pedro, en el Vaticano ante miles de fieles que llenaron la plaza de San Pedro.

El Pontífice oró a Dios por los zonas azotadas por las guerras, como "Irak y de Siria, que padecen desde hace demasiado tiempo los efectos del conflicto que aún perdura y, junto con los pertenecientes a otros grupos étnicos y religiosos, sufren una persecución brutal", afirmó Francisco. Luego recordó que el Papa Benedicto XVI ya había hecho un vivo reclamo en defensa de los cristianos que son perseguidos en la bendición Urbi et Orbi de 2010. En aquella ocasión, el Papa solicitó a los funcionarios políticos una “solidaridad activa” para cuidar a los cristianos que eran perseguidos y maltratados en Irak y Oriente Medio.

"¡Qué la Navidad les traiga esperanza, así como a tantos desplazados, prófugos y refugiados, niños, adultos y ancianos, de aquella región y de todo el mundo", rogó Francisco en esta Navidad. También pidió que "reciban la ayuda humanitaria necesaria para sobrevivir a los rigores del invierno, puedan regresar a sus países y vivir con dignidad".
Francisco fue recorriendo los conflictos en Tierra Santa, Ucrania, y las guerras en el continente africano.

En su segundo mensaje de Navidad de su pontificado, el Papa se refirió a "los niños víctimas de la violencia, objeto de tráfico ilícito y trata de personas, o forzados a convertirse en soldados, y a los niños abusados". Además, oró pidiendo la intercesión del "Niño Jesús para los niños asesinados y maltratados antes de ver la luz, privados del amor de sus padres y excluidos por una cultura que no ama la vida".

Con tristeza, Francisco volvió recordar el sufrimiento que padecen los niños en el mundo que deben desplazarse de sus tierras o que mueren en los bombardeos ante "nuestros propios ojos y nuestro silencio cómplice". "Su silencio impotente grita ante la espada de los Herodes. De los actuales Herodes", concluyó.

El Papa pidió a Jesús que "consuele a las familias de los niños muertos en Pakistán la semana pasada" y que proteja "a los que sufren por enfermedad, en particular a las víctimas de la epidemia de ébola, especialmente en Liberia, Sierra Leona y Guinea".


En un planeta convulsionado por guerras, epidemias y persecuciones es imperioso elevar la voz para reclamar por respeto y paz por los más desprotegidos. La Navidad es el tiempo para la reflexión, para entender el mensaje de hermandad que trajo Jesús. Francisco así lo entendió, pidió por la paz de los lugares donde no se respeta la vida.

                                                               Informe Euronews

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