Comprender el panorama global permite reconocer que la Política puede ser un factor de cambio

miércoles, 29 de marzo de 2017

Datos del INDEC sobre la pobreza: 30,3% y afecta a 13,3 millones

El organismo brindó los datos del segundo semestre del 2016. La pobreza subió al 30,3 por ciento de la población y la indigencia fue del 6,1%, impactando en 2,6 millones de habitantes.



    Por Walter Calabrese

La única verdad es la realidad, la pobreza sigue creciendo tristemente en la Argentina y afecta a cada vez a más familias. Los números del INDEC ratificaron que uno de cada tres argentinos era pobre al finalizar el año 2016.

La Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que elabora el instituto oficial da cuenta de lo relevado en los 31 conglomerados urbanos de todo el país. Algunas investigaciones privadas hablan de índices más altos de pobreza en torno al 32 por ciento, incluso el mismo INDEC había dado un 32,3% de pobreza para el segundo semestre del año pasado. Resulta curioso ver como bajó 2 puntos en tanto poco tiempo cuando el humor social está marcando otra historia, respaldados por los indicadores de consumo, caída de la producción industrial y puestos de trabajo perdidos.

Según datos de la UCA, a fines del 2015 el país tenía un 29% de pobreza, números que causaron controversia en su momento por el contarse con las cifras que manejaba el oficialismo en esos momentos. No obstante, lo que sí resulta significativo, y que se debe medir con mayor precisión su impacto, es cómo los tarifazos y la inflación fueron deteriorando la capacidad adquisitiva de los salarios. En esos números se encuentran más respuestas que en el índice del INDEC. Ya no alcanza con decir es culpa de la “pesada herencia”, el gobierno debe asumir sus propias responsabilidades por el aumento de la pobreza y la indigencia, su gestión sobre la economía ha sacado una muy baja nota para la población. De ninguna manera se puede atribuir un ocho a la gestión del primer año de gobierno, como lo hizo el propio presidente muy livianamente.

No obstante, algunos investigadores y especialistas, obviamente alineados con el oficialismo, pretenden instaurar la idea de que la pobreza está disminuyendo. 

"La tendencia que subyace es que efectivamente hubo una caída leve de la pobreza entre el tercer trimestre y el cuarto", afirma Agustín Salvia, coordinador del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, quien sostiene que “la mejora de la situación social se debió a la desaceleración de la inflación, la mejora de los ingresos y el salario familiar y un leve repunte del trabajo privado registrado. En los sectores más postergados esto no pasó".

"Seguimos marcando que hay un piso estructural que no se perfora, y ésa es una gran preocupación. La pobreza podrá bajar algunos puntos, pero requiere algo más que crecimiento para cambiar algo en los segmentos informales", concluyó Salvia. Cabe recordar que para la UCA, en el tercer trimestre de 2016 la pobreza era del 32,2% y la indigencia, del 6,3 por ciento.
"Se confirma que la pobreza afecta a casi un tercio de la población del país", resaltó Jorge Paz, investigador del Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico (IELDE). "Hay más de 13 millones de personas pobres, pero incluso esta cifra está subestimando la cantidad de personas pobres, dado que en las localidades más pequeñas que las cubiertas por la EPH y en las áreas rurales los ingresos suelen ser más bajos y por lo tanto la incidencia de la pobreza es mayor", sentenció Paz. Esta mirada se acerca un poco más a la compleja realidad que se vive en distintas áreas del país, no alcanza sólo con medir en los grandes conglomerados urbanos como lo hace la UCA.

La pobreza se combate con creación genuina de empleo, apuntalando a los trabajadores informales, respaldando a las Pymes e industrias con políticas que favorezcan la producción en lugar de la especulación financiera, aumentando la obra pública, limitando las importaciones que afectan a la producción nacional, favoreciendo el empleo joven, con becas para que los niños y jóvenes que están en situación de pobreza puedan continuar sus estudios. Ese es un camino posible para reactivar el mercado interno, que es un factor dinamizador de la economía y del empleo. 

Muy lejos de esas ideas, el gobierno se empecina en el ajuste de tarifas y en sentarse a esperar a que lleguen las inversiones que van a “salvar” a la economía nacional. Cuando el mundo se cierra y se vuelve proteccionista, como lo hace Trump en EEUU y el Reino Unido con el Brexit, las reglas del comercio internacional varían, se modifican los modos de los intercambios y se busca repatriar sus empresas para sus países. El paradigma de la globalización se está cayendo del andamio, entramos en la “era Trump” dicen en Europa, por lo cual las empresas transnacionales ya evalúan otras variables antes de invertir su capital en otras tierras. 

Señores, la pobreza cero no llegará de la mano del capital extranjero. Esa fantasía irresponsable lanzada en campaña es un relato fantástico, digno de la literatura latinoamericana que propuso el Realismo Mágico. Aquí, la diferencia, es que ese relato carece de imaginación y de plausibilidad, porque estamos hablando de la realidad que aplasta a muchos, no de ficción.



Brexit: el Reino Unido inicia su viaje lejos de Europa


    Por Walter Calabrese  

Luego de 44 años en la Unión Europea, Gran Bretaña apela al artículo 50 del Tratado de Lisboa para dar impulso en el Parlamento a lo que llaman la “Gran Ley de Derogación”, que aspira a dejar sin efecto y trasladar simultáneamente al sistema británico muchas de las leyes comunitarias.

La primera ministra, Theresa May, había prometido en octubre del año pasado que el 29 de marzo de 2017 se iniciaba el proceso formal de ruptura para alejarse de la Unión Europea (UE). Para completar con las formalidades burocráticas, el embajador del Reino Unido ante la UE, Tim Barrow, le entregó a Donald Tusk, el presidente del Consejo Europeo, la carta que firmó May para invocar el artículo 50. Con ello se puso en marcha el llamado Brexit, desde ahora tienen un plazo de dos años para negociar su salida de la UE y establecer las nuevas relaciones que mantendrán con Londres.

En esta nueva etapa, deberán definir cuáles serán los cambios que sobrevendrán tras la salida de la UE, entre ellos, los límites al libre movimiento de personas, los derechos de los británicos que viven en países de Europa continental o el acceso o no de Londres al mercado común, la seguridad entre fronteras, las órdenes de detención europeas y el posible fin del pago de contribuciones para las pensiones de los funcionarios del bloque europeo.. Además, como resarcimiento de este divorcio Gran Bretaña deberá pagar aproximadamente 62.000 millones de dólares.

Antes de la entrada en vigencia del Brexit, el gobierno británico publicó un informe sobre el proceso de retirada de la Unión Europea en donde se indicaba que también se deberían discutir los siguientes temas:

La devolución de los fondos de la UE destinados a regiones de Reino Unido y a agricultores británicos y que nunca se gastaron.
La cooperación en política exterior, incluidas las sanciones.
El acceso a las agencias de la UE que jueguen un papel en la legislación británica, como la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés).
El acceso de los ciudadanos de Reino Unido a la Tarjeta Sanitaria Europea.
El derecho de los pescadores británicos a pescar en aguas que no son de Reino Unido, como el Mar del Norte.
Los compromisos medioambientales de Reino Unido como parte de varias convenciones de Naciones Unidas sobre el tema.

La salida de la UE no será sencilla. No obstante, May subrayó que “esto marcará la primera etapa del reino Unido convirtiéndose en un país independiente y soberano de nuevo”. Esas palabras parecen reflejar lo que piensan muchos británicos, quienes sostienen que un país fuerte e independiente necesita del control de sus propias leyes.

Sin embargo, algunos analistas políticos consideran que el Brexit es el mayor error histórico desde la Segunda Guerra Mundial. Gran Bretaña podría perder influencia en Europa con su salida, ahora todo el poder político recaerá en Alemania. Incluso, perdería voz y voto en las decisiones que se tomen en la regulación del comercio.

El referéndum fue una gran excusa para usar el fantasma de la inmigración sin control como chivo expiatorio. Lo que fue alimentando la idea del Brexit está en sintonía con lo que permitió la victoria de Trump en EEUU. En Europa piensan que no hay nada que festejar, tampoco en Londres, ninguno gana sostienen los europeos, sólo queda hacer un control de daños.

Los europeos tomaron amargamente la decisión del Reino Unido, pues consideran que “las libertades de circulación son sagradas y los derechos de los europeos, intocables”. El miedo a los refugiados por los riesgos de atentados agigantó el deseo de cerrar las fronteras británicas. A pesar de ello, en el continente siguen apostando por una Europa unida. Por eso, creen que “el Brexit tiene que ser un mensaje para el resto, debe dejar claro que estar fuera es mucho peor que estar dentro, y que la UE no puede ser un club a la carta”.
En esa misma sintonía, Ángela Merkel le recordó a la premier británica que no podrá negociar al mismo tiempo la ruptura y la nueva relación con Bruselas. Merkel fue contundente: “las negociaciones deben clarificar primero cómo desenredar nuestra relación de interdependencia”.

Para Europa el Brexit puede convertirse en una nueva crisis, pues pone en peligro el modelo de convivencia, de democracia abierta y seguridad compartida que había creado y concretado para sostener uno de los espacios de paz y prosperidad más estables de la historia moderna.

Ahora, Europa deberá enfrentar el avance de sectores autoritarios que emergen con viejos cánticos nacionalistas y xenófobos, que se mezclan con problemas reales tales como los ataques terroristas y la llegada de refugiados. Para esos movimientos euroescépticos, los nuevos enemigos son el Islam, la UE, la globalización, la prensa y los inmigrantes. El Brexit y Trump también adhieren a esas consignas desde sus particulares miradas del mundo.

Saramago, en su libro La balsa de piedra, había imaginado una ruptura de la península Ibérica del continente europeo, en donde España y Portugal se convertían en una gigantesca balsa de piedra que navegaba a la deriva por el Océano Atlántico. En el visionario relato, el escritor portugués ya vislumbraba las dificultades que se suscitaban en el comercio, la movilidad de las personas que querían viajar a otro país, las crisis en los aeropuertos. Así, a la deriva puede quedar navegando el Reino Unido si se abroquela sobre sí mismo.
Europa entra en una etapa desconocida, con 27 países que buscarán recuperar el control de su relato para relegitimar esos valores que habían afianzado su fortaleza como bloque.

                                                        Informe Euronews


viernes, 17 de marzo de 2017

Elecciones en Holanda: la ultraderecha pierde terreno y respira Europa

El partido de Geert Wilders, quien lideraba la bandera de la islamofobia y el euroescepticismo, es derrotado en las elecciones. El resultado ensancha el debate que se viene para las campañas de Francia y Alemania.


    Por Walter Calabrese

Los vientos que soplaban con fuerzas desde la ultraderecha impulsaron a Wilders en las encuestas, escoltado, también, por el ruido que ha causado Trump y Gran Bretaña con el Brexit. El presente europeo parecía sonreírle para entrar en la historia, pero lo inesperado se filtró en el final de la campaña. La crisis con Turquía parecía extender los aires de xenofobia contra el mundo musulmán.

En ese contexto, Wilders, líder del Partido de la Libertad (PVV) buscó sacar un rédito político de la controversia y acusó a los marroquíes de “escoria” y le aconsejó al diputado holandés de origen turco Tunahan Kuzu que se retirara del país. La respuesta de Kuzu fue contundente, le recordó que su partido alentaba la prohibición del Corán y el cierre de Mezquitas, del mismo modo que los nazis lo hacían a principios del siglo XX prohibiendo la Torá y cerrando sinagogas. 

La derrota en las parlamentarias de Geert Wilders se tradujo inmediatamente en un gran alivio para los partidos centristas europeos, puesto que de haber triunfado allanaba el camino para el despegue de otros partidos euroescépticos. La ola de atentados terroristas en Europa fue tierra fértil para los discursos radicalizados y xenófobos. Así, el apoyo a la extrema derecha fue creciendo en Europa del uno por ciento en los años 80 al 12 % en 2016, según un informe de la Encuesta Mundial de Valores.

En Francia, Holanda, Alemania y Austria, el incremento fue mayor. Lo paradójico es que la extrema izquierda tiene el mismo objetivo de terminar con la Unión Europea, a quien culpan de todos los males.

En la campaña electoral Wilders instaló el debate sobre la soberanía y la identidad nacional, agregando que el islam era la principal amenaza de la democracia. El argumento que esgrimía se basaba en el aporte de dinero que la UE les daba a los refugiados mientras en Holanda se recortaban servicios públicos.

El líder ultraderechista utilizó el lema “nosotros contra ellos” para polarizar el tema y sugerir que se convertían en un país con más inmigrantes que emigrantes. Pero la victoria de Rutte frenó las aspiraciones populistas de Wilders, el primer ministro obtuvo una amplia ventaja en unos comicios que tuvieron una participación histórica del 82 por ciento. “Hemos parado el populismo erróneo”, afirmó Rutte al obtener 33 escaños.

No obstante, el Partido por la Libertad de Wilders, alcanzó el mejor resultado de su historia al lograr el 13 por ciento de los votos y 20 escaños. “Gracias a mis votantes. Hemos ganado escaños. Rutte no se ha deshecho de mí”, se despachó Wilders en un mensaje de Twitter luego de conocer los resultados.
 
Los resultados dejan una configuración del Parlamento muy fragmentada, compuesto por 150 escaños y que necesitará de cuatro partidos para formar gobierno. En tanto, todas las fuerzas políticas han declarado que no pactarán con Wilders. Esa postura también trajo alivio en Europa.

La canciller alemana, Angela Merkel, manifestó su satisfacción por la elevada participación ciudadana en las elecciones celebradas en Holanda, indicando que se ha logrado un “resultado proeuropeo”.

                                               Informe Euronews


jueves, 9 de marzo de 2017

Sancor cierra cuatro plantas


El sector lácteo es uno de los más golpeados por la recesión, los tambos desaparecen e industrias clave como Sancor deben cerrar temporalmente cuatro plantas dejando a 500 empleados sin fuente de trabajo y va a perjudicar directamente a la economía de Coronel Moldes y Brinkmann, Córdoba; Coronel Charlone, Buenos Aires, y Centeno, Santa Fe.
Los ministros de Producción y Hacienda, Cabrera y Dujovne, sostienen que el problema de esta industria son los salarios altos. Pero en la cuenca Córdoba –Santa Fe sostienen que la caída en la remisión de leche a las plantas se debe a la desaparición de muchos tambos y que se agravó con las inundaciones.

El ministro de Producción, Francisco Cabrera, junto a Nicolás Dujovne, de Hacienda, hablaron del caso Sancor y responsabilizaron a la empresa de dar excesivos aumentos salariales. “No puede ser que la empresa esté quebrada y conceda aumentos de sueldos del 40 por ciento”, sostuvieron ambos funcionarios. Al día siguiente, los responsables de la empresa le respondieron con un comunicado, en el que señalaron que estaban manejando información errónea, puesto que “el porcentaje acordado en la última pauta salarial por el Centro de la Industria Lechera fue del 13,9 por ciento”, concluyeron. Incluso los voceros del gremio del rubro, Atilra, fueron más contundentes: “El gobierno negocia con las grandes industrias del sector, permite una amplia concentración en perjuicio de los tamberos y culpa a los trabajadores; la industria ya no puede exportar, cae el consumo interno y los precios al productor están cada vez más deprimidos, pero las grandes firmas siguen haciendo fortunas”. Esas grandes firmas son los supermercados, que terminan siendo los formadores de precios y sentenciando la vida o la muerte de las empresas.

Que el hartazgo no les sea indiferente


      Por Walter Calabrese

La CGT tenía la oportunidad de mostrarle al gobierno que sin paritarias los sueldos pierden por goleada frente a la inflación y a los ajustes permanentes. La movilización venía con el impulso de las bases y con la fuerza del agobio de la población, cansada y molesta frente a la crisis económica que debe afrontar cada familia a diario. La gente  había contenido por más de un año el grito de auxilio, la mesa estaba servida para ordenar el plato que sacie tanto descontento. Sin embargo, el triunvirato cegetista armó un relato tibio, que resultó tan insípido ante la rigidez que ostenta el gobierno que la rabia explotó al fin del acto.

Muchos analistas oportunistas, funcionales siempre a la retórica de la actual administración nacional, buscaron inmediatamente culpables para provocar más sangrías dentro del movimiento sindical e, incluso, intentar habilitar un ataque contra la posible unidad del peronismo. Lo cierto es que hay diferencias irreconciliables entre los caciques gremialistas, algunos no comulgan con la idea de un paro porque han anestesiado sus conciencias cuando el gobierno les fue llenando sus bolsillos. Los sindicatos más importantes fueron los que recibieron 30.000 millones de pesos para sus obras sociales, la caja mágica que sostiene el margen de maniobra político de los gremios. Ese dinero proviene de una deuda que tenía el Estado con los sindicatos, que aceptaron inmediatamente la propuesta, entre ellos, el gremio de Empleados de Comercio y Servicios de Cavalieri, que obtuvo unos 700 millones. Con ese dinero pudo silenciar el grave momento que sobrelleva el rubro comercio, que ha sido uno de los que más han bajado persianas. Otros, responden directamente al gobierno, como Hugo Moyano, Barrionuevo y el oficialista Andrés Rodríguez de UPCN. En la reunión pactada no asistieron Omar Maturano de la UTA ni Roberto Fernández de CATT, puesto que siguen en tratativas por la negociación de subsidios con el gobierno.

En una nota del diario Clarín, se blanqueó el tema de que el presidente Macri había hablado con los líderes de la CGT para persuadirlos de evitar la convocatoria a un paro nacional. También trascendió que el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, se comunicó con el triunvirato y con Andrés Rodríguez. En ese contexto, los dirigentes sindicales quedaron atrapados entre la disyuntiva de sostener “los canales de diálogo” que mantienen con Balcarce 50 o tomar las riendas de la protesta contra la angustiante crisis económica. Por el resultado de lo relatado por Daer, Schmid y Acuña, al anunciar el paro sin fecha, el gobierno logró parte de su estrategia de dilatar la idea de una huelga general, pero la jugada los dejó con una CGT que quedó debilitada ante la sociedad y el grueso de los trabajadores. Al grito de poné la fecha… el descontento de distintos sectores que están siendo arrinconados por las políticas económicas encaradas por Cambiemos, puso en evidencia la crisis de representatividad que aqueja a la central obrera. Es que ya no quedan dudas de que postergaron la decisión porque el gobierno influyó en ello, la población vio la jugada y volvió a pensar en la burocracia sindical que pacta según las necesidades de sus dirigentes para sostenerse en sus sillones.

Pero la tensión interna de la CGT no es en realidad una buena noticia para el oficialismo, puesto que puede quedarse sin interlocutores válidos para sostener la idea de comprar tiempo. Sin duda, el actual gobierno sigue sin ir al oculista, mira con una extraña miopía la realidad, sólo observa lo macroeconómico y los negocios de sus aliados empresarios, pero no revisa las necesidades de la población, no puede verlas porque se mueven en las alturas que suelen visitar los CEOs. Por ello, parte del pueblo vislumbra que no se puede esperar mucho de una Ceocracia, de un gobierno de ricos para amigos ricos.

Algunos sostienen que para dar un mensaje contundente están las urnas y no los paros. No obstante, en las urnas tampoco se ve la realidad, porque el Pro compró punteros en todas las zonas carenciadas y porque construyó un discurso de la felicidad simplificada envuelta en la idea del cambio. Así, el marketing político y las campañas sucias llevaron a este presidente a Balcarce 50. A ese tipo de campaña hay que estar atentos para que no se repita la estafa electoral con sus propuestas vacías de contenidos comprobables. Por eso las movilizaciones tienen sentido cuando no se escucha a la población, es una manera de ir levantando la voz ante la falacia de que este gobierno viene a defender la transparencia. La realidad marca lo contrario: Avianca, el Correo, las sospechas sobre funcionarios cercanos y familiares, el dinero fantasma de la vicepresidenta…y la lista sigue.

En la movilización del 7 de marzo los trabajadores sencillamente pidieron a gritos ayuda, porque no pueden llegar a fin de mes y porque se están perdiendo fuentes de trabajo. Esa es la única realidad que sobrepasa a cualquier especulación política.

Frente a ese legítimo reclamo aparecieron los dirigentes de la CGT mostrando su tibieza, quedando muy lejos de lo que pedían los trabajadores: un fuerte reclamo para solicitar al gobierno un cambio de rumbo en la economía. Los tres representantes de la CGT mostraron nuevamente la hilacha: son un amortiguador funcional al macrismo para que no se sientan los cimbronazos de cada bache en que caen los funcionarios de Cambiemos. Con sus bolsillos llenos y las prebendas a sus obras sociales quedaron distanciados de lo que necesitan los trabajadores. Los tildaron de traidores porque no se animaron a anunciar la fecha de un paro. Esa actitud les valió tener que salir huyendo del acto por no escuchar a la gente. A algunos peronistas les vino a la mente la figura de Vandor, quien quiso armar un sindicalismo sin Perón, pues el triunvirato, Moyano y compañía pretenden liderar la unidad del peronismo a su medida. No dan la talla, no han entendido que el movimiento justicialista es un gran paraguas en donde se cobijan distintas vertientes y variantes buscando la cima de la justicia social.

Enseguida aparecieron los oportunistas que quisieron acusar por los enfrentamientos en el acto a distintos sectores políticos. Pudieron existir diferencias entre los que asistieron, pero el reclamo tenía un común denominador que supera la chicana política. Los trabajadores habían presionado desde las bases para que se hiciera este acto. La cúpula de la CGT desentonó, sólo pensó en cuidar sus sillones frente al gobierno.

El hartazgo de los trabajadores brotó espontáneamente tras un mensaje breve, casi a las apuradas, como si el evento superara sus pretensiones. Esa falta de autoridad para posicionarse seriamente frente a un gobierno que no quiere negociar las paritarias nacionales con los docentes, que pretende instalar la idea de que el 18 por ciento de incremento es algo justo, fue un nuevo cachetazo para miles de almas que acudieron con la esperanza de que sus dirigentes sindicales defenderían sus derechos. Por el contario, la multitud entendió rápidamente que los tres sindicalistas de la CGT son marionetas del gobierno puestas para que no cambie nada. De allí el hartazgo de un pueblo que ya no tolera los tarifazos y la limitación de sus haberes.

Los números de la economía son contundentes, en su habitual informe, el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina indicó que la pobreza aumentó un 32, 9 por ciento en el tercer trimestre de 2016 y la indigencia subió a 6,9 por ciento. En un año de gestión de Cambiemos 1,5 millones de personas se convirtieron en  pobres y 600 mil cayeron en la indigencia. Macri logró, en su primer año de gestión, uno de los más lamentables indicadores sociales de los últimos años: sumó un millón y medio de nuevos pobres y 600 mil flamantes indigentes.

El informe de la UCA, presentado por el director del Observatorio de la Deuda Social, Agustín Silva, remarcó que la pobreza y desigualdad en los ingresos de los trabajadores argentinos se fue deteriorando por “las medidas de ajuste económico” y la “rezagada inversión privada y pública”. Con lo que “habrían agravado el escenario de crisis, más recesivo y adverso en materia de empleo y poder adquisitivo para amplios sectores sociales”, concluyó.
Tal vez algunas estrofas del himno recitado por León Gieco, Sólo le pido a Dios, nos permitan reaccionar frente a tanta falta de sensibilidad social en la actual administración.

“Solo le pido a Dios
Que lo injusto no me sea indiferente
Que no me abofeteen la otra mejilla…
Solo le pido a Dios
Que el engaño no me sea indiferente
Si un traidor puede más que unos cuantos…”

El engaño, lo injusto, la traición despierta el recelo de un pueblo maltratado por una gestión de gobierno que ni siquiera los tiene en cuenta. La triste realidad que vive la Argentina da cuenta de que es cierto que en el gobierno son hábiles para la indiferencia, un aprendizaje que viene de la mano de alguien que tienen en sus filas: el mentor y asesor ecuatoriano que les ha enseñado ese extraño arte de burlarse de los electores para sostenerse en el poder a cualquier costo. Pero eso no es tan sencillo. Los errores siempre tienen un costo político en la gestión. Sin orden social la política pierde su sentido, sin justicia social los políticos no tienen oportunidad de permanecer impunes, porque la población que observa como los negociados son para amigos y la familia presidencial, va tomando nota para recordarlo fielmente el día en que se vuelvan a acercar a las urnas.

Por más que se quieran mostrar fuertes no dando el brazo a torcer con las paritarias nacionales, sólo están dejando en evidencia su debilidad, porque el que tiene realmente autoridad no necesita hacer aspaviento de su fuerza, al hacerlo quedan en evidencia. No pueden doblar la voluntad popular, puesto que su lealtad viene de las entrañas de su dolor.

Un pueblo vapuleado por un gobierno sobre el que se ciernen sospechas de corrupción, no sólo no tiene autoridad moral para hablar de transparencia, tampoco tiene legitimidad para derogar los derechos bien ganados por los trabajadores.
Sólo le pido a Dios que el hartazgo de la gente no les sea indiferente a los señores de Cambiemos, de lo contario la patria y su gente se los demandará pronto.


Macri: durante su presidencia la pobreza creció en 1,5 millones de personas




Por Walter Calabrese


La Universidad Católica Argentina presentó un informe con datos concluyentes: aumentó la pobreza y la indigencia durante la gestión de Cambiemos
En los nueve primeros meses del Gobierno de Macri (desde diciembre de 2015 hasta septiembre de 2016) el país tiene 1,5 millones de pobres nuevos y 600.000 indigentes más, empujados a ese abismo por la contundencia del deterioro laboral, la inflación, los tarifazos y la recesión.

El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, organismo que mide periódicamente los índices pobreza y marginalidad de la población en Argentina, presentó un informe que indica que la pobreza pasó del 29 por ciento a fines del año 2015 a 32,9% en el tercer trimestre de 2016, al tiempo que la indigencia creció del 5,4% al 6,9%. Estos datos suman la triste cifra de 13 millones de personas en la línea de la pobreza.

Agustín Salvia, responsable de los datos provistos por el Observatorio de la UCA, entiende que el mayor problema que ha incidido en el aumento la miseria ha sido la voraz inflación del año 2016, que alcanzó el 40 por ciento. Estos índices dan cuenta de cómo los trabajadores perdieron el poder adquisitivo de sus salarios e impacta con más rudeza en la economía informal, donde el trabajo en negro carece de respaldo para las actualizaciones y la seguridad social. “El aumento de la indigencia no se debe a que no hubo programas sociales sino que los más pobres fueron perdiendo changas o que las changas fueron más bajas y perdieron ingresos”, sentenció Salvia.
"Las medidas de ajuste económico, el contexto internacional adverso, la política anti-inflacionaria y la rezagada inversión privada y pública habrían agravado el escenario de crisis, más recesivo y adverso en materia de empleo y poder adquisitivo para amplios sectores sociales", son algunas de la razones que aparecen en la investigación para entender el porqué del deterioro social.

La sociedad busca respuestas ante un gobierno que carece de cintura política para resolver los obstáculos reales que le presenta la coyuntura económica. El slogan de Pobreza cero tan anunciado con bombos y platillos en la campaña presidencial sólo sirve de muestra para graficar la falacia del discurso macrista, edulcorado y envuelto con papeles que fueron ideados por el marketing de un asesor ecuatoriano, que si bien puede saber mucho de cómo ganar elecciones, poco sabe de lo representa la gestión de gobierno.

Mientras las decisiones políticas persiguen a dogmas macroeconómicos foráneos, la economía doméstica sigue arrinconada ante la avalancha de importaciones y por los yerros en la gestión.

Inflación de febrero: según el INDEC fue de 2,5 por ciento


El Índice de Precios al Consumidor trepó en el mes pasado empujado por los incrementos en las facturas de electricidad. A ello, se suman los gastos en salud que se encarecieron un 3,3 %, vivienda y servicios básicos subió un 8,4%, el transporte y comunicaciones un 2,3%.

Como es habitual para esta parte del año, en el inicio del ciclo lectivo incrementó en un 4% los incrementos del área de educación.

Los alimentos también tuvieron aumentos de 1,9 por ciento, con incrementos de 6,9 por ciento en verduras, 2,8 por ciento en productos lácteos, 2,2 por ciento en productos panificados, 1,1 por ciento en bebidas. Además, el azúcar se encareció en un 1,6%, las frutas 1%, los aceites 0,6% y la carne un 0,3%.

Por otra parte, la atención médica y prepagas subieron un 3,3%.

Con estos números parece difícil que se pueda cumplir la meta propuesta por el gobierno de un 17% anual.