Familiares de los estudiantes desaparecidos con pancartas
Por Walter Calabrese
Los padres de los 43 alumnos mexicanos de Ayotzinapa que permanecen sin aparecer pidieron al Papa Francisco una audiencia para que interceda a favor de la investigación y para que los funcionarios se involucren con mayor responsabilidad. El pedido se realizó en ocasión de celebrarse una misa en la escuela de Ayotzinapa encabezada por el nuncio apostólico Chritophe Pierre.
"El Papa siente el dolor que están pasando y les pide que no pierdan la esperanza", aseguró Pierre a los padres de los estudiantes. Los padres siguieron la misa preparada en la cancha de básquetbol de la escuela con lágrimas y pesar.
El dolor de sus familiares se profundiza cuando se cumplen tres meses de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas. Llevaban los retratos de sus hijos y pancartas en las que reflejaban su sentir: "¿Dónde estás hijo? Te sigo esperando".
"La Iglesia estará apoyando en la búsqueda de sus hijos desaparecidos porque saben que los padres se han acercado a ella", luego agregó el nuncio apostólico, quien estuvo acompañado por los obispos de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, y de Chilpancingo (capital de Guerrero) y Chilapa, Alejo Zavala Castro.
Cada uno de los padres le entregó a Pierre una carta dirigida al Papa Francisco, "para que exija al gobierno que presente a sus hijos" y, en particular, para que incorpore en su mensaje de Navidad una oración por los estudiantes.
"Por supuesto lo voy a transmitir al Santo Padre, no puedo decir más por el momento", aseguró el nuncio apostólico Pierre al concluir la misa.
Cabe recordar, que los 43 estudiantes desaparecieron el 26 de septiembre en Iguala (Guerrero), a 125 kilómetros de Ayotzinapa, unos 200 kilómetros de la Ciudad de México, luego de ser atacados por policías locales presuntamente corruptos.
Por su parte, la investigación de la fiscalía general, que se basa en las declaraciones de sicarios que fueron apresados, ha arrojado algunas conclusiones: que los policías entregaron más tarde a los estudiantes a sicarios que pertenecerían al cártel Guerreros Unidos, y que habrían asesinado e incinerado sus cuerpos. No obstante, hasta ahora sólo se ha identificado los restos de uno de los estudiantes normalistas.
Al mismo tiempo, los familiares han convocado a una nueva marcha en Ciudad de México para Navidad, cuando se cumplan exactamente tres meses de la desaparición de los alumnos. México permanece conmocionado, con enojo porque las autoridades han hecho poco para esclarecer los crímenes. El hecho le explotó en las manos al presidente Enrique Peña Nieto, que debe afrontar su crisis más aguda desde que asumió a fines de 2012.
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