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domingo, 7 de agosto de 2016

Erdogan muestra en las calles el respaldo a su gobierno

El acto fue un espaldarazo para Erdogan, que sale fortalecido tras la escalada militar

                                      El pueblo salió a respaldar el gobierno Foto: Reuters

Por Walter Calabrese

Dos millones de turcos se concentraron en Estambul para afirmar su repudio contra el intento de golpe, la mayor movilización que se haya registrado en el país en su historia para reafirmar los valores democráticos y para recordar a los mártires caídos en la intentona golpista del pasado 15 de julio.

El acto fue un espaldarazo para Erdogan, que sale fortalecido tras el sacudón producido por la escalada militar. Su figura se agigantó impensadamente, las banderas del país llevaban la foto suya y los manifestantes coreaban su nombre junto al ondear de la insignia del país. El presidente aprovechó la ocasión para resaltar el patriotismo y sugirió que la lucha “hasta la última gota de sangre” que libraron contra los militares golpistas puede compararse con la que hubo contra las potencias que intentaron invadir el Imperio Otomano en el transcurso de la Primera Guerra Mundial. La comparación es exagerada y oportunista, pues se trataba de un grupo de militares de la propia nación.

No obstante, la ocasión le fue propicia para prometer una intensificación de la lucha contra el terrorismo, “sean el grupo armado Kurdo (PKK), el Daesh (Estado Islámico) o FETO”, esta última, sería el presunto grupo reunido por el clérigo Fethullah Gülen, quien se encuentra en EEUU y es señalado como el ideólogo del alzamiento golpista. Por ello, su gobierno ha prometido llevar al sospechoso ante la justicia y ha pedido su extradición.

Este tema sirvió como pretexto para reiterar su idea de reinstaurar la pena de muerte, afirmando que “Si la nación toma esa decisión, creo que los partidos políticos la respetarán. Si el Parlamento vota a favor de ello, yo lo aprobaré”. Luego remarcó que “propusieron volver a introducir la pena de muerte. Es un asunto que queda en manos del Parlamento. Hay que tener en cuenta que la pena de muerte existe en Estados Unidos, China y otros lugares”.

En este sentido, resaltó que proseguirá con la limpieza de los que apoyan a Gülen, entre quienes se encuentran muchos funcionarios de la actual administración. Esa tensión intestina Erdogan la resolvió implementando una violenta purga en la Administración estatal, que ya ha dejado en el camino a más de 60.000 funcionarios.

Por otra parte, hubo actos similares en las principales ciudades del país, incluso algunos ciudadanos turcos se reunieron en Pensilvania, EEUU, el lugar donde está residiendo el clérigo Fethullah Gülen, para exigir su extradición a Turquía. La masiva manifestación fue bautizada como la Marcha de la Democracia y los Mártires, poniendo fin a serie reuniones diarias que se sucedían luego del frustrado golpe de Estado. Lo destacable del acto en Estambul fue que participó toda la oposición, a excepción del partido kurdo.

Cabe recordar que la pena de muerte estuvo vigente hasta 1984, cuatro años después del golpe de 1980. Fue abolido el castigo en 2004, y para reinsertar nuevamente esa ley deberán modificar el artículo 38 de la Constitución, algo que parece difícil todavía, pues no alcanza la mayoría en el Parlamento.

En ese contexto, las críticas desde Occidente sobre las purgas y detenciones masivas se hicieron escuchar. Sin embargo, la multitud salió a las calles para respaldar a su presidente y reafirmar la posición antigolpista. Esto quedó reflejado en los carteles y banderas que llevaban su nombre y sentencias, como la que decía “Erdogan es un regalo de Dios” o “Moriríamos por el presidente”.

Si bien es la primera vez en varios años que las fuerzas de la oposición se congregan para dar su apoyo a un gobierno, no deja de resultar peligrosa la utilización de una circunstancia adversa para tomar el látigo con más fuerza y propiciar una purga. Además, el intento de restaurar la pena de muerte en medio de un conflicto político-religioso podría desatar tensiones inesperadas en una zona que se presenta como un puente entre Oriente y Occidente, con el riesgo de que el conflicto recrudezca en una Europa que ya ha sufrido los embates del terrorismo fundamentalista.


Una multitud respalda a Erdogan         Informe de Euronews

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